lunes, 29 de octubre de 2007

Aproximación psicológica al Manuelillo

Hace unos días alguien me dijo que me hiciera analizar por un psicólogo, pero ¿para que? Si me puedo analizar a mi mismo, todo mundo conoce mis virtudes pero pocos conocen mis defectos, claro, no voy a ir por el mundo divulgándolos, pero aquí, solo por hoy, hago mi análisis psicológico y lo publico para que todos lo vean.

Soy una persona excesivamente rencorosa, vivo por odio y muy pocas veces por amor, amor, es una palabra que entra y sale de mi diccionario a cada rato, de la misma manera que la religión lo hacía hace algún tiempo, hoy solo es una palabra más, aunque amor, si, aquella palabra que muy pocas veces digo cobra de vez en cuando un significado especial.
Soy demasiado egoísta, muchísimo, no me gusta mucho compartir con los demás, no con todos los demás, solo con aquellas personas que de verdad son especiales para mi y si, suelo mirar hacía abajo a las personas, distinguir entre niveles, pero no es mi culpa, yo no invente las clases sociales aunque si predico un poco de igualdad no la predico en todos los ámbitos, no en todo podemos llegar a ser iguales todos.
Guardo los boletos de autobuses, tarjetas de hoteles y todo lo que tenga que ver con los lugares a los que he ido, porque me encanta presumir, me encanta también presumir las cosas que se, si no para que aprendo a hacerlas si nadie va a saberlo.
Soy un maníaco sentimental cuando me enamoro, ahora por ejemplo, escribo esto desde el mismo lugar donde a las 8:40 una persona muy especial para mi tuvo su primer clase el día de hoy. Llego tarde a mis clases o simplemente no voy cuando se trata de ayudar a alguien en algo que me interesa, si no me interesa mejor no ayudo, ¿para que hacer las cosas mal? ¿no es mejor no hacerlas?
A veces se me suben los humos, pero siempre hay alguien a mi alrededor para bajarme de la nube, son solo trastornos temporales que se terminan a la primer desilusión de cualquier tipo. No escucho consejos cuando vienen de alguien a quien yo no le daría uno, es una cosa que nunca he podido quitar de mi persona.
Releo libros por masoquismo, solo para darme cuenta de que la primera vez que los leí no puse la suficiente atención y entonces me regaño a mi mismo. Me gusta tomar solo, no me gusta que otra gente se de cuenta del momento exacto en el que me pongo triste, porque si, a mi el alcohol me pone triste ¿no les ha pasado?
No soporto las mentiras de los demás, pero adoro las mías, por algo soy escritor o intento serlo, así que este análisis psicológico, al igual que el que pudiera hacerme un profesional puede no resultar cierto y has estado leyendo solo mentiras, no lo se, decide tu si en realidad soy así o no.

1 comentario:

Anónimo dijo...

hola lindo blog solo pasaba por aqui :D